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Tecnología romana: el hormigón que venció al mar 2025-08-20

En 2017 comencé mis intervenciones de verano en el programa de Eduardo Yáñez «Déjame que te cuente», en Onda Cero, en julio. En estas entradas reproduciré las notas que usé para hablar, no es exactamente lo que dije.

Tecnología romana: el hormigón que venció al mar

Hola, buenas noches.

La tecnología romana siempre me ha apasionado y cuanto más conozco de ella más asombrado me siento.

Varias veces he mencionado la obra de Plinio el Viejo titulada «Historia Natural». Es muy larga, en uno de sus libros, refiriéndose al hormigón de los puertos romanos, nos dice: «invulnerable a las olas y cada día más fuerte»

«Invulnerable a las olas». El hormigón es durísimo.

La siguiente frase es la más sorprendente para mí: «cada día más fuerte».

Cada día más fuerte suena a una exageración de Plinio, pero resulta que no. Investigaciones modernas nos dicen que es cierto. El hormigón de algunos puertos romanos, cada día se hacía más fuerte al convivir con el agua de mar. Parece mentira, pero es así.

Hoy, nuestros puertos hechos con hormigón Portland, se van debilitando con el tiempo, sin embargo, hace más de dos mil años, los ingenieros romanos mezclaban cal viva, ceniza volcánica y agua de mar. El resultado era un hormigón que no solo resistía el agua salada… ¡sino que se fortalecía con ella! La clave estaba en una reacción química que generaba cristales como la tobermorita, capaces de reforzar la estructura con el paso del tiempo.

La ceniza volcánica merece que le prestemos un poco de atención. La más valorada y con la que se obtenían mejores productos era la procedente de la población de Pozzuoli, cerca de Nápoles. Por eso se conoce como «puzolana». No procede el famoso Vesubio, sino de una región una volcánica cercana: los Campos Flégreos, en la bahía de Nápoles.

Un ejemplo típico de ese hormigón lo tenemos en el puerto más conocido del imperio: el de Ostia, el puerto principal de Roma.

El segundo puerto de la ciudad de Roma, el Portus (puerto de Caludio y Trajano) también está construido con ese hormigón.

Otro ejemplo es el que está en la propia bahía de Napoles, de donde se obtenía la ceniza volcánica: puerto Puteoli o Pozzuoli.

En España no tenemos ningún puerto hecho con ese hormigón.

Probablemente porque traer la «puzolana» desde Napoles, en cantidades enormes, era sumamente costoso. Tenemos puertos hechos con las técnicas romanas avanzadas, pero sin el famoso hormigón marino que se endurecía con el tiempo.

Entre los puertos marinos que se conservan muy bien en España, tenemos:

Portus Ilicitanus (Santa Pola, Alicante): puerto de la ciudad romana de Illici.

Portus Gaditanus (Cádiz): vinculado a Gades, una de las ciudades más antiguas de Europa occidental.

Cartago Nova (Cartagena): un puerto estratégico con estructuras romanas bien conservadas.

Así que la próxima vez que pasees por un puerto antiguo, recuerda: bajo tus pies hay una tecnología que desafió al tiempo.
Os deseo un magnífico día. Hasta mañana

Enviado por flexarorion a las 05:22 | 0 Comentarios | Enlace


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