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Luces en la noche: el caso de Marfa |
2025-07-01 |
Esta es una nota de mis colaboraciones en julio y agosto de 2020, en Onda Cero, en el programa de Eduardo Yáñez. No es exactamente lo que dije. Son las notas que tenía preparadas a la hora de ponerme ante el micrófono, no lo que dije.
Cerca de la pequeña ciudad de Marfa, en el suroeste de Texas, se repite un fenómeno que ha desconcertado durante décadas a locales y visitantes: en las noches despejadas, extrañas luces aparecen en el horizonte. Se mueven, se detienen, cambian de color. Y lo más intrigante: nadie sabe, o más bien, nadie —sabía— exactamente qué las causa.
Algunos han propuesto explicaciones exóticas, desde fenómenos geológicos aún no comprendidos hasta manifestaciones paranormales. La intriga ha sido tal que existen numerosos artículos, documentales y libros dedicados al fenómeno. Entre ellos destacan las obras de James Bunnel, un autor que ha recopilado durante años fotografías de estas misteriosas luces. Según él, algunas de esas imágenes no pueden explicarse como simples faros de automóviles.
Pero otros investigadores, como Manuel Borraz Aymerich y Vicente-Juan Ballester Olmos, decidieron poner a prueba esa afirmación con una aproximación más científica. En su estudio The Marfa Lights. Examining the Photographic Evidence (2003-2007) analizaron cuidadosamente varias de las imágenes que Bunnel considera «inexplicables».
Su metodología fue impecable: usaron herramientas como Google Earth con su opción de superposición fotográfica, y el programa astronómico Stellarium. Gracias a muchas horas de análisis y un agudo ojo crítico, lograron detectar errores en los registros de Bunnel. Por ejemplo, descubrieron desfases de varios minutos en la sincronización de sus cámaras, lo que alteraba la interpretación de las trayectorias de las luces.
¿Quedan dudas? Algunas pequeñas discrepancias podrían explicarse por efectos ópticos comunes en la zona, como las refracciones lumínicas debidas a las condiciones atmosféricas. Los autores reconocen que no pudieron estudiar en detalle la inversión térmica del terreno en los días de las observaciones, un factor que reforzaría su hipótesis.
Aun así, su conclusión es contundente: la inmensa mayoría de las luces de Marfa se deben a los faros de vehículos que circulan por las innumerables pistas de tierra que conectan ranchos y pueblos de la región.
En definitiva, un gran ejemplo de cómo la ciencia puede arrojar luz —nunca mejor dicho— sobre fenómenos que, a primera vista, parecen inexplicables.
Nada más por hoy. Buenas noches.
Enviado por flexarorion a las 13:57 | 0 Comentarios | Enlace
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