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Mi lunes que nunca existió |
2025-06-27 |
Esta es una nota de mis colaboraciones en julio y agosto de 2013, en Onda Cero, en el programa de Eduardo Yáñez y Juan de la Herran. No es exactamente lo que dije. Son las notas que tenía preparadas a la hora de ponerme ante el micrófono, no lo que dije.
En el año 2013 di la vuelta al mundo en barco y siempre que podía mandaba mis impresiones a Onda Cero, al programa «Déjame que te cuente» dirigido por Eduardo Yáñez, aunque en el año 2013, algunos programas no los hice con Eduardo sino con Juan de la Herrán.
Al llegar a la isla de Fiyi, envié mi colaboración, y la titulé:
Mi lunes que nunca existió
Al salir de Samoa nos dirigimos hacía las islas Fiyi. En el camino hay un hecho bastante interesante y es que cruzamos la llamada línea del cambio de fecha. La línea no es nada más que el origen convencional del día. La tierra es redonda y, por lo tanto, podríamos haber decidido cuál era el meridiano de cambio de fecha en cualquier punto. Por razones de población se eligió que el origen del día era a los ciento ochenta grados de Greenwich. Podría pensarse que 180º indica que es el lado contrario al meridiano cero de Greenwich, pero realmente esa no fue la razón de elegir como cambio de día ese meridiano. La razón fue que era el meridiano con menos población habitada del mundo. Nosotros (nuestro barco) íbamos siempre hacia el oeste. Cada vez que cruzamos un huso horario añadíamos una hora, pasábamos de un horario a otro. Pero resulta que en el meridiano de cambio de fecha no solo cambiamos la hora, también cambiamos el día. Así que vamos a ver lo que nos pasó. A las 11 de la noche del domingo cruzamos la línea de cambio de fecha. Como es un cambio de uso horario pasamos de las 11 de la noche a las 12 de la noche o lo que es lo mismo: a las 00 del día siguiente. Por lo tanto, pasamos de las once de la noche del domingo a las 00:00 pero resulta que también es el cambio del día. Yendo en dirección oeste hay que adelantar un día, por lo tanto, el 00.00 del lunes se nos convierten en las 00 del martes. Es decir que para nosotros el lunes nunca existió. Ni que decir tiene que eso no ocurre solamente a las 11 de la noche del domingo, si hubiéramos pasado a las 5:25 de la mañana hubiera ocurrido algo totalmente similar: de las 5:25 de la mañana habríamos pasado a las 6:25 de la mañana del día siguiente por lo tanto habríamos perdido exactamente igual 25 horas. Esas 25 horas hubieran estado distribuidas entre el domingo y el martes.
Lo más interesante, para mi vida, es que hubo un lunes que para mí nunca existió. Pasé de domingo a martes sin haber pasado por el lunes.
Eso me pareció tan curioso que gravé mi colaboración y se la envié a Eduardo Yáñez desde el McDonald de Suva, la capital de las islas Fiyi.
Nada más por hoy. Buenas noches.
Enviado por flexarorion a las 16:08 | 0 Comentarios | Enlace
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