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Microscopía sin límites: cuando los píxeles vencen a las lentes |
2025-06-27 |
Esta es una nota de mis colaboraciones en julio y agosto de 2013, en Onda Cero, en el programa de Eduardo Yáñez y Juan de la Herran. No es exactamente lo que dije. Son las notas que tenía preparadas a la hora de ponerme ante el micrófono, no lo que dije.
Hola, buenas noches.
En la carrera por ver más y mejor lo que ocurre en el mundo microscópico, uno de los grandes desafíos ha sido siempre el mismo: las leyes de la óptica. No importa lo sofisticado que sea un microscopio, su resolución y profundidad de campo están, inevitablemente, condicionadas por su diseño físico. O, al menos, así era hasta que llegó una técnica con nombre complejo y resultados sorprendentes: Fourier Ptychographic Microscopy, o simplemente FPM.
Esta técnica, desarrollada por investigadores del Instituto Tecnológico de California y publicada en Nature Photonics, propone un giro radical. En lugar de mejorar las lentes, apuesta por la inteligencia computacional. El principio es ingenioso: tomar múltiples imágenes del mismo objeto, cada una iluminada desde un ángulo distinto y con baja resolución, para luego unirlas digitalmente… pero no en el espacio convencional, sino en el espacio de Fourier, es decir, el dominio de las frecuencias.
El resultado es una imagen de ultra alta resolución con un campo de visión sorprendentemente amplio. Por ejemplo, el prototipo desarrollado logró una resolución de 0,78 micrómetros (¡menos que la longitud de una bacteria típica!) sobre un área de 120 mm², manteniendo además la nitidez a lo largo de 0,3 mm de profundidad. Todo esto, sin necesidad de lentes más potentes ni ajustes mecánicos complejos.
Y por si esto no fuera suficientemente asombroso, el sistema también corrige automáticamente aberraciones ópticas mediante cálculos que ajustan la "forma" de la onda luminosa detectada. En otras palabras, si la lente introduce errores, el algoritmo los limpia.
¿El resultado final? Imágenes de gigapíxeles de tejidos biológicos que no solo rivalizan con las de microscopios tradicionales, sino que abren la puerta a nuevas aplicaciones en biomedicina, patología y más allá.
FPM cambia las reglas del juego: donde antes la calidad de imagen dependía de cuán buena era la óptica, ahora depende de cuán inteligente es el software. Es una muestra más de cómo la computación está transformando la ciencia experimental, haciendo que nuestras herramientas no solo sean más potentes, sino también más accesibles, flexibles y eficientes.
Nada más por hoy. Buenas noches y hasta mañana
Enviado por flexarorion a las 05:43 | 0 Comentarios | Enlace
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