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Inicio > Historias > 1995: OS/2-HOME: EL SISTEMA OPERATIVO PARA EL SIGLO XXI
1995: OS/2-HOME: EL SISTEMA OPERATIVO PARA EL SIGLO XXI |
2015-03-09 |
1995: OS/2-HOME: EL SISTEMA OPERATIVO PARA EL SIGLO XXI
Tal como había indicado en el post NIDOS, en 1995 IBM hizo un concurso para que los usuarios escribieran cómo querían que fuera un sistema operativo para el hogar. En las bases decían que no podía tener más de cinco páginas. Escribí esté cuentecillo intrascendente.
OS/2-HOME: EL SISTEMA OPERATIVO PARA EL SIGLO XXI
—Mari Carmen, ¿puedes ayudarme a escribir un artículo?
—Si vienes a la cocina puedo hablar contigo; pero no puedo ir a tu cuarto pues estoy preparando un besugo en el horno. ¿De qué se trata?
—Pues mira: acabo de recibir una información de IBM en la que dan unos importantes premios para varias cosas relacionadas con los Computadores Personales. Una de ellas es crear un eslogan en siete palabras o menos en las que resumas por qué tienes o desearías tener un PC en casa. Recuerdo que hace un par de años enviaste un eslogan a una revista y ganaste, ¿no es así?
—Sí, cuando nos fuimos una semana a Málaga.
—Pues si te parece podíamos enviar algún slogan. Además, hay otros premios, uno de programación, otro de multimedia... y sobre todo hay uno de periodismo que me parece interesantísimo. Se trata de escribir cuál es nuestra idea de los PCs o del sistema operativo del siglo XXI.
—Bueno, yo te puedo ayudar en lo del eslogan; pero poco puedo hacer en lo del sistema operativo. Eso es lo tuyo.
—No te creas. Yo como experto lo veo todo desde el punto de vista técnico; y quizá sea mucho más interesante ver tu opinión como usuaria del mismo. Tú utilizas el PC para hacer cartas y escribir tus informes. Quizá tu visión de lo que echas en falta y lo que te gustaría que tuviera pueda ayudar a definir lo que debe hacer el sistema operativo de los PCs del próximo siglo.
—¡Guauuu!, me acabo de quemar. Maldito horno. ¿Sabes lo que debería hacer el PC?: debería guisar, o al menos ayudarnos a guisar. Así no me quemaría.
—¡Ummm! No sé. Eso más bien forma parte de la robótica. Tú quieres un robot que guise por nosotros. Pero eso no es un PC en el sentido estricto.
—¿Ah, no? ¿Entonces qué es lo que controla al robot? ¿No es un PC con un Sistema Operativo especializado?
—Sí, en el fondo sí; pero me da la sensación de que IBM lo que pretende es que hablemos del Sistema Operativo del Computador Personal de sobremesa.
—Lo que tú quieras; pero si tengo que dar mi opinión, lo que a mi más me gustaría es que el PC guisara. Y eso no me lo vas a quitar de la cabeza. Y si se trata de un Computador Personal doméstico, todavía con más razón. A ver, veamos, ¿qué es lo más pesado de las tareas del hogar?, ¿escribir cartas?, ¿que los niños jueguen a marcianos?, ¿que escriban los deberes de clase con el procesador de texto? Pues claro que no. Lo más pesado es hacer las camas, guisar, lavar la ropa, apagar la televisión a la hora que los niños deben acostarse, encender la calefacción por la mañana, apagarla, y cosas por el estilo. ¡Eso es lo que debería hacer el Sistema Operativo de un Computador doméstico. Además, debería hacerlo automáticamente sin programarle de ninguna manera: ni tan siquiera diciéndoselo. Tendría que aprender de la experiencia.
—A ver, explícate más.
—Pues muy sencillo. Por la mañana, al levantarnos, sería muy interesante que a cada uno de nosotros nos llamase, con una alarma, encendiendo la radio y las luces. Sin molestar a los demás.
Si estuviéramos en invierno; previamente debería haber calentado la habitación hasta los 18º para levantarnos a gusto, sin pereza. Y no sólo la habitación, también el cuarto de baño.
No creo que eso sea muy difícil. Se trata simplemente de que lleve un reloj, un calendario y unas acciones a efectuar.
—Quizá lleves razón. La verdad es que todo lo que has dicho hasta ahora es fácil y existe. Hay interruptores controlados por el PC y hay productos que lanzan procesos en momentos determinados. Quizá lo más difícil sea normalizar los interfaces y que todos los fabricantes se pongan de acuerdo en tener conectores y protocolos estándares. Pero eso es muy difícil.
—Por supuesto que es difícil; pero estamos hablando de IBM y del PC del futuro. Pienso que una gran empresa como IBM debería plantear esos estándares y tratar de que los aceptaran la mayor parte de fabricantes posibles.
—Sí, la estandarización es fundamental. La historia de los PCs nos ha demostrado que cuando hay estandarización, hay un gran mercado, los fabricantes de software y de hardware hacen muchas cosas, hay competencia y los precios bajan y se hacen accesibles a todo el mundo.
Creo que tu idea no es mala. Voy apuntando, ideas, luego las daré forma.
Veamos: 1) El PC del futuro debe tener un conector «hogareño» que permita apagar y encender interruptores. Lo del calendario es muy sencillo, cualquiera de las agendas actuales da funcionalidades más que suficientes para ello.
—Lo que ya no veo tan claro es lo de hacer las camas. Mejor no pongo nada de esto, pues se trataría de robots. Ni lo de guisar.
—En lo de guisar, no estoy de acuerdo. Fíjate en lo que estoy haciendo. Se trata de asar un besugo. Hay unas acciones muy claras y muy definidas: una vez limpio, cortado y preparado en una bandeja, lo pongo en el horno. El horno de microondas debe estar 10 minutos funcionado. Luego hay que abrir y echar un sofrito de ajos con vinagre. Después hay que ponerlo otros diez minutos con el grill encendido para que se dore.
Lo que diferencia a un buen cocinero de uno malo, no es tanto el besugo, como las salsas que echa, los momentos en los que lo hace y los tiempos de duración de cada cosa.
Quizá lo que tenemos que hacer no es tratar de adaptar el PC al horno, sino lo contrario: adaptar el horno al PC. Pensemos en un horno que tenga cuatro o cinco compartimentos externos que permiten introducir ciertas salsas, líquidos o especias; por ejemplo, aceite, vinagre o pimienta. Estos compartimentos tienen unas válvulas que los abren cuando lo ordena el programa. Con ello tendríamos resueltas la mayor parte de las acciones de los asados normales y, otra vez, estamos ante interruptores y una buena agenda que defina con precisión los tiempos en los que ocurren las cosas. ¡Nada más!
Lo que tendríamos que lograr es un interfaz para «horno» que permita abrir y cerrar válvulas, que encienda y apague el microondas y/o el grill.
—Quizá estás simplificando demasiado lo que hace un buen cocinero.
— Sí, llevas razón. El buen cocinero también hace las salsas y de vez en cuando agita las cazuelas y los tiempos de cada acción los calcula de acuerdo con el peso, las calidades de los productos y con lo que va ocurriendo, para lo cual hace catas periódicas.
Pues bien, pongamos en el horno un agitador, un termómetro interno y hagamos a los cocineros editores de programas.
—¿Cómo dices?
—Me explico. Si ahora quieres probar una comida de Karlos Arguiñano, tienes que ir a su restaurante. Veamos lo que puede ocurrir con la nueva situación. Tenemos un horno que dispone de cinco tolvas donde se pueden depositar diferentes salsas, un grill, un microondas, un termómetro y un agitador.
Arguiñano podía hacer las salsas y un programa —sistema experto— que hiciera todas las temporizaciones.
Los fabricantes de sopas en sobre, venderían las salsas junto con el diskette para manejar el horno. Volvamos al caso del besugo: nosotros lo único que tendríamos que hacer es comprar el besugo, limpiarlo, ponerlo en el horno y echar en los compartimentos de salsas lo que nos vende el fabricante: sobre 1 en compartimento 1; sobre 2 en compartimento 2, etc. El diskette se lo pondríamos al PC que nos podría hacer algunas preguntas, como, por ejemplo, ¿cuánto pesa el besugo?, ¿cómo lo quiere: muy tostado o poco?, ¿muy picante?, ¿está a régimen?, ¿puede tomar sal?... y de acuerdo con nuestras respuestas iría abriendo y cerrando válvulas en los momentos oportunos, encendiendo el grill, midiendo la temperatura, agitando la cazuela, etc.
Sería curiosísimo: los cocineros se convertirían en editores.
—Pues visto así, quizá la idea no sea tan mala y una vez más lo que hay que hacer es poner de acuerdo a los fabricantes en un estándar común.
—Apunto: 2) estándar de hornos.
—¿Por qué otro estándar?, ¿no sería lógico que el fuera el mismo que el «hogareño» del que hemos hablado antes.
—Claro. Ya lo empiezo a ver: llevas razón. Se trata de estandarizar un interfaz para el PC y ciertos electrodomésticos.
—Y de fabricar los electrodomésticos sabiendo que en todas las casas hay un PC capaz de controlarlos. Por supuesto, los equipos deberían ser del tipo de «conectar y trabajar». El propio PC debería ser capaz de reconocer el dispositivo y configurarse para maniobrar con él directamente; sin instalaciones complicadas. Al PC deberían poderse conectar varias docenas de dispositivos.
—Obviamente, el sistema operativo debería ser multitarea preemtiva: mientras está encendiendo la calefacción, simultáneamente tendría que llamar a Verónica y empezar a encender las luces, poco a poco, para no sobresaltarla. Todas las tareas debe hacerlas a la vez y ninguna debería adueñarse por entero del PC.
—También sería muy interesante que cuando te despertara por la mañana te dijera qué tiempo hace. Por ejemplo: «Buenos días Verónica. Te pongo el último disco de Sergio Dalma. Abrígate al salir y lleva paraguas, hace siete grados y llueve».
—Cada pocos minutos debería ser capaz de tomar datos de lo que ocurre en el exterior. Para todo ello es imprescindible una magnífica gestión de multitarea que permita realizar cientos de funciones simultáneamente y dando prioridad a lo más urgente.
—Lógicamente, también debería contestar al teléfono y dar mensajes. Debía er un contestador automático inteligente y, por supuesto, debería hacer de fax y de correo vocal.
—¿Qué quieres decir contestador inteligente?
—Pues que no se limite a dar un simple mensaje y grabar lo que le digan. Debe hacer más cosas; por ejemplo, la presentación debe variar dependiendo de la hora, día de la semana y del año que sea. Incluso tendría que conocer las voces de los de casa y los amigos y familiares más próximos para actuar de modo diferencial. Por ejemplo, si llama mamá, le podría dar un mensaje que hubiéramos dejado específicamente para ella. Si llamase alguien desconocido le podríamos dar dos o tres opciones y según su contestación grabarlo en un sitio o en otro. Por ejemplo, podría preguntar: ¿para quién es la llamada? De acuerdo con su respuesta ponerla en el buzón de Álvaro, en el de Verónica en el tuyo o en mío. Cada uno de nosotros debería poder acceder a su buzón desde cualquier teléfono.
—Lógicamente debería ser un Sistema Operativo muy robusto, resistente a los apagones; que se reinicializase solo; que no perdiera el reloj y que estuviera protegido de sus propios errores. Todos sabemos que es imposible hacer un sistema operativo sin «bugs»; pero tendría que tener muy buenos sistemas de recuperación, de modo que si se quedase colgado se reinicializase rápidamente él solo. Por ejemplo, debería estar tomado muestras de la temperatura y humedad externas cada minuto. Si en dos minutos no ha tomado ninguna muestra es que algo pasa. En ese caso, el Sistema Operativo debería lanzar unas rutinas de recuperación; incluso debería tener previsto fallos en las mismas y establecer un sistema de «percolation» para recuperar a las «recuperadoras» si fuera necesario. También debería tener ciertas funciones muy mezcladas con el propio hardware, tal vez el propio procesador o la BIOS, que fueran capaces de rearrancar cuando ninguno de los intentos anteriores fueran fructíferos.
—Mari Carmen, ¿sabes una cosa? Todo lo que hemos dicho hasta ahora no es ciencia ficción. Todo se puede hacer con la tecnología actual. Lo único difícil es que un grupo grande de fabricantes admita las normas. No hemos hablado de nada mágico, ni hemos utilizado funciones avanzadas. Simplemente hemos hablado de un sistema operativo robusto multitarea y de unos interfaces normalizados con los equipos electrodomésticos que son un poco especiales, pero dentro de lo sencillo de fabricar.
—Me alegro. Escríbelo. ¡Se me olvidaba!, apunta también que debíamos tener una Red de Área Local. Ya estoy harta de que Álvaro y Verónica se peguen por el PC. ¡Y tu también te quejas a veces de que te están usando la máquina! Cada uno deberíamos tener nuestro propio PC, y que nos permitiera trabajar de modo cooperativo. Por ejemplo, tú, desde tu PC deberías poder verificar que Álvaro estaba haciendo bien sus deberes de matemáticas y yo debería ser capaz de ver si Verónica hace bien su trabajo de Lengua.
—También sería muy interesante que la potencia de cálculo de todos los PCs se pudiera compartir. Sería absurdo que tú hubieras lanzado una de esas cosas que haces, que tardan dos o tres horas con el computador al 100% y que no pudieras trabajar, desde tu pantalla, estando el PC de Verónica casi desocupado: dedicándose a una tarea muy sencilla. El Sistema Operativo debería tener en cuenta que hay cuatro Computadores Personales en la Red y distribuir las cargas de trabajo entre todos ellos.
—Muy buena idea. La voy a apuntar: 3) Sistema Operativo multimáquina. Pero, ¿sabes una cosa?
—¿Cuál?
—Que en el concurso hablaban de cinco páginas y todo esto va a ser muy difícil meterlo en tan poco espacio. Fíjate que nos falta hablar de funciones avanzadas de reconocimiento de voz para controlar el contestador, para abrir las puertas y las luces. Nos falta hablar de técnicas para controlar los vídeos, o incluso para que la propia Red sea un equipo de vídeo capaz de grabar o reproducir varios canales a la vez, de la televisión de banda ancha, de petición de películas a la demanda, de hacer compras, de videoconferencia, de trabajo a distancia o de ver la tele desde el PC.
—Y no te olvides de que deben ser programas autodiscentes, que aprendan de su propia experiencia. ¡Ese debe ser su modo fundamental de programarse: por la experiencia! A lo sumo nosotros deberíamos introducir premios cuando acierta y castigos cuando se equivoca.
—Pues lo siento; pero eso no lo voy a poder poner pues el espacio se acabó.
Félix Ares
Enviado por flexarorion a las 03:48 | 0 Comentarios | Enlace
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