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Inicio > Historias > Aspiradora inteligente
| Aspiradora inteligente |
2014-10-06 |
Publicado en Diario Vasco. Big Bang el 17 de septiembre de 2014
Un aspirador comercial con las mismas prestaciones de orientación que un robot con un precio cien veces mayor
Hubo un momento en el que el tema de los aspiradores que eran capaces de limpiar una habitación sorteando los muebles me llamó mucho la atención. Sobre todo me sorprendió lo difícil que era. Parece sencillo pero no lo es. Por poner tan solo unos detalles, si los muebles cambian de sitio el aparato debe ser capaz de sortearlos, no debe aspirar al gato, etc.
Ya hace unos años que se venden en las tiendas de electrodomésticos aspiradoras que lo consiguen bastante bien. Una vez que esto sucedió el tema dejó de ser novedoso y no creía que iba a volver a hablar del mismo, pero acabo de ver la presentación de un nuevo aspirador inteligente que me ha sorprendido sobremanera. Lo sorprendente es que lleva sensores infrarrojos y cámaras ópticas que le permiten hacer un mapa de 360º de la habitación con cuya limpieza tiene que enfrentarse y después comienza a aspirar. Sabe donde está cada mueble, cada silla, y, siguiendo la broma, cada gato. Navega perfectamente. ¿Que parece sencillo? Pues no, no lo es. Es muy difícil. Ese ha sido el problema de la navegación de robots desde hace cincuenta años. Algunas soluciones que se han empleado han usado ciertas señales en las paredes para que los robots se pudieran orientar, o mapas previamente metidos en su memoria. Este aspirador no los necesita. Es toda una proeza. Últimamente los robots se defendían bastante bien, pero se trataba de aparatos que costaban por encima de los doscientos mil euros. Lo auténticamente sorprendente es que esta maravilla de robot navegador, que además aspira, es que saldrá a la venta al precio de electrodoméstico en Japón en 2015 –no, no es un invento japonés, es europeo, pero su comercialización se inaugurará en Japón–. En su desarrollo han participado doscientos ingenieros de la empresa fabricante y científicos del famoso «Imperial College». Nos dicen que en total la investigación ha costado 233 millones de Euros y han utilizado más de 420 patentes. Ya vemos que el problema no era sencillo.
Quisiera que reflexionásemos un momento sobre lo dicho. En primer lugar, vemos que eso que los humanos –y los gatos– hacemos de un modo sencillo, ver los obstáculos de un entorno, no chocar con ellos, eludirlos, etc., es terriblemente complejo para los robots. Nos ha costado cincuenta años de investigación llegar a que un robot haga algo similar, aunque de inferior calidad, a lo que hace un gato.
Es habitual que lo que a los humanos nos parece fácil para los robots sea una proeza, y viceversa.
Enviado por flexarorion a las 07:03 | 0 Comentarios | Enlace
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