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El elefante bailarín 2006-08-11

25 años de la danza del elefante



En 1973 estaba trabajando en el desarrollo de Un Lenguaje de Programación; así, como lo oyen: APL (A Programing Language).

En una convención sobre dicho lenguaje, uno de los ingenieros de IBM presentó algo absolutamente sorprendente: una máquina APL. Era un computador que ocupaba nada más que dos maletas. Nada más que dos maletas; era "transportable";. Aquel cacharro también tenía algunas cosas muy interesantes, todo su hardware—el microcódigo--estaba optimizado para ejecutar el extraño lenguaje que es APL. Un lenguaje potente y magnífico, que en su propia potencia llevaba el germen de su fracaso. Tal vez si os cuento una anécdota lo entenderéis perfectamente.



Yo estaba trabajando con Adin D. Falcoff, la persona que hizo la implementación del lenguaje a un computador IBM 370, en lo que él llamaba I beams, unos programas que permitían acceder a recursos internos del Sistema.

Las hice. Funcionaron. Y dos semanas después se me ocurrió una idea para mejorarlas. Fui a hacerlo, y me fue imposible. Ya no sabía lo que había escrito. El lenguaje APL es tan potente que es muy fácil hacer muchas cosas de forma muy compacta y , después, si no lo has documentado maravillosamente bien, no eres capaz de saber lo que has hecho.



La verdad es que yo aprendí la lección y con posterioridad hice un juego de programas de utilidad que permitían desde el APL utilizar las cintas, los discos, hacer copias, hacer copias de ciertos archivos,... Todo eso eran cosas muy sencillas en lenguajes de más bajo nivel (yo solía programar en Assembler 360, en lenguaje máquina e incluso en lenguaje de máquina de los canales) o en lenguajes de más alto nivel (Fortran, Algol—qué lástima que se perdiera este magnífico lenguaje--) pero muy difíciles en un lenguaje tan compacto y de tan alto nivel como era el APL.

Mis programas los publicó IBM World Trade (una de las divisiones de IBM) y ahora cuando lo reviso veo claramente que entendí la lección de los I beams: por cada sentencia de APL hay unas cincuenta líneas que explican que es lo que hace dicha sentencia. No os sorprendáis de que una sentencia necesite cincuenta lineas de explicaciones. Por ejemplo, en cierta ocasión hice un programa que contaba el número de letras del Quijote, y después daba la frecuencia de aparición de cada una de las letras del alfabeto y las ordenaba de mayor a menor. Todo eso era una simple "multiplicación tensorial". Aproximadamente ocupaba 45 caracteres, incluyendo los 26 del alfabeto.

Pero a lo que íbamos, aquella maquinita APL podríamos considerarla como el primer computador personal. Pero nadie lo hace.

En 1973 la empresa francesa R 2E fabricó un ordenador transportable, al que dio el nombre de Micral. Esto fue un poco después de la máquina APL, a diferencia de aquella no era dos maletas sino una sola; así que podríamos considerar que la máquina francesa fue el primer ordenador personal. Y, de hecho, así lo consideran los franceses y casi nadie más. No sé muy bien si es debido al chovinismo de los franceses o a que la historia de la tecnología la escriben en Estados Unidos en inglés.



Ese mismo año Xerox hizo un prototipo de ALTO, un ordenador con ventanas e iconos que al pincharlos realizaban acciones. ¿Les suena? ¿Y esa historia de que el Mc inventó las ventanas y que las copió Windows?

Debemos esperar a 1975 para la salida de una máquina muy interesante, que muchos consideran el primer ordenador personal, el Altair 8800.




Esta maquinita tenía su gracia. Tenía un lenguaje Basic tremendamente malo (hecho por una tal Microsoft. No, no penséis mal, no era malo porque lo hubiera hecho Microsoft, es que el Basic de por sí era malo (ver nota 1), y su implementación en una máquina de posibilidades tan limitadas todavía era peor), pero permitía programar... no me atrevo a decir que a aficionados, pues costaba demasiado para un hobby normalito, pero sí para que ciertos departamentos empresariales se escaparan de la tiranía de los Servicios Centrales de Proceso de Datos. Como os podéis imaginar, pues hoy ocurre lo mismo, los centros de desarrollo de software estaban llenos de trabajos, normalmente trabajos de altísima prioridad, que eran fundamentales para la marcha del negocio. Así que cuando un departamento de estudios—por ejemplo--pedía un programa para analizar series temporales que podrían permitir vislumbrar lo que iba a pasar en los próximos meses, análisis factoriales, desestacionalización, o cosas similares, siempre se quedaba a la cola... Pero el Altair costaba lo suficientemente poco como para que un Jefe de Departmaneto lo pudiera camuflar en sus presupuestos, y de ese modo se libraba de la tiranía de los Servicios Centrales y hacía “sus” estudios.

Los departamentos descontentos de la velocidad de Informática fueron los que compraron los Altair.

Ni que decir tiene que una proliferación de programaciones descoordinadas produjo tremendos dolores de cabeza.... pero esa es otra historia.

Recuerdo que lo primero que hice con el Altair fue una tabla de cuadrados. El cuadrado de 2 es 4, el de 3 es 9,... Era una tontería que no servía para nada, pero me quedé muy a gusto viendo que funcionaba.

En 1976 los legendarios Steve Jobs y Steve Wozniak sacaron en Apple I, que no he logrado ni verlo. Mucho menos tocarlo.

En 1977 salió el flamante Apple II con el que he hecho unas cuantas cosas muy interesantes.

La maquinita de Apple se convirtió casi en un estándar. Era la más vendida. Había otras muchas: Comodore, Atari, Dragon, Osborne... pero la estándar era Apple.

Fin de la década de los 70. IBM en aquellos años era la mayor empresa de ordenadores del mundo, y si no me equivoco, también era la empresa de electrónica más grande del mundo y teniendo en cuenta toda la industria era la segunda o la tercera. Vendía la mayor parte de los ordenadores mainframes del mundo. Pero el mercado de los chiquititos lo había abandonado. Apple era el dominante.

La verdad es que en cifras de negocio no tenía demasiada importancia, pero sí en prestigio y en posibles resultados futuros. No era bueno para IBM que la gente pensara que una parte de la informática no era IBM sino Apple (que por cierto, era la marca de discográfica de los Beatles, aunque esa también es otra historia).



Así que IBM se vio impelida a jugar en el mercado de los pequeños.

Cuando los dos Steves de Apple se rieron y dijeron que "Un elefante no puede bailar". La referencia era clara, el elefante (IBM) nunca podría bailar como la chiquitita Apple.

El caso es que el 8 de agosto de 1981, ahora hace 25 años, IBM presentó al mundo su Ordenador Personal. En la presentación mundial, lo primero que se vio fue que en su pantalla (de fósforo verde), un elefante que bailaba.

El elefante sí era capaz de bailar. Y ese es el momento en el surge el famoso PC, el ordenador (o computador o computadora) personal.

La importancia del PC

El PC de IBM no era muy diferente del Apple II de Apple. Incluso en algunos aspectos estaba muy atrás, por ejemplo, el Apple II tenía un disco duro, que cotaba medio riñón y tenía, nada menos que 500 000 bytes de capacidad. Disco duro que no tenía el IBM.

Había muchas máquinas similares, más baratas; había máquinas de muchas menos prestaciones pero también mucho más baratas (Spectrum),... ¿qué aportó, entonces, el PC de IBM?

En mi opinión, y ahora todo es una mera opinión, lo que aportó IBM no se lo esperaba IBM: aportó normalización. Me explico. IBM, probablemente debido a querer sacar un producto rápido, para evitar que Apple se hiciera con la parte del león, utilizó productos de mercado ("of the shelf". No había nada (o casi nada) específico de IBM. Además, publicó su arquitectura para que otros pudieran hacer periféricos y añadir funcionalidades.

Así que nos encontramos con una máquina que dispone del equipo de ventas de IBM, respaldado por la mayor empresa electrónica del mundo, con su prestigio, con sus anuncios, con su marketing... y tenemos que es una arquitectura abierta de facto (no de jure), todo el mundo podía inventar cosas para él. Rápidamente se convirtió en una herramienta general que añadiendo cierto software o cierto hardware ad hoc servía casi para todo. Con una tarjeta de captura de datos de convertía en un osciloscopio; con una tarjeta de fax se convertía en un gestor de faxes,...

El mercado creció. Hubo empresas que hacían memorias para el PC, otras diskettes, otras tarjetas para electrocardiógrafos, otra tarjetas de música, otras...

Al ser arquitectura abierta y máquina multifuncional, lo mismo servía para un roto que para un descosido. Y se convirtió en la máquina por excelencia.

Por desgracia para IBM, era tan abierta que todo el mundo podía hacerle la competencia... Y se la hicieron. Y llegaron los “clónicos” de Taiwan, y las placas madre de Singapur, y los modems de Malasya...

El "PC compatible con IBM" se convirtió en el perejil de toda las salsas, sin contar con IBM. Y, lo que fue peor para IBM, fue que se empezaron a crear consorcios voluntarios que definían las normas que debían cumplir los dispositivos que se enganchasen al PC,... y esas normas las cumplían voluntariamente todos los fabricantes. Normalmente los fabricantes de prestigio (IBM, Siemens, Bull, Zenith, Nixdorf) se saltaban las normas y conseguían cierta incompatibilidad. No se podía poner tal tipo de tarjeta, o tal tipo de memoria... mientras que los "clónicos" sí que lo hacían de acuerdo con las normas y casi todo era compatible.

Eran más compatibles con IBM los clónicos que los IBM o los de marca... ¡Curioso!

Miles de empresas empezaron a mejorar, añadir, ... cosas para el PC. Y la evolución fue vertiginosa.

Lo que aporto IBM fue la normalización, un modelo al que imitar, un modelo a quien copiar... Y después los copiones le superaron.

La gran lección es que las normas que evolucionan de un modo consensuado hacen evolucionar los productos de un modo vertiginoso.

Y nada más, por eso el 8 de agosto se celebró el 25 aniversario del ordenata personal.


Nota 1. Era tan malo, que para enseñar a programar a alguien que sabía Basic, primero había que desprogramarlo a él. Tenía que olvidar las manías del Basic, para empezar a entender cosas como subrutinas, paso de parámetros, compilación, linkedición, carga dinámica...

Enviado por flexarorion a las 22:05 | 1 Comentarios | Enlace


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Comentarios

1
De: eva fina segura Fecha: 2007-02-16 14:07

puta



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