Supongamos dos comunidades de hormigas en sus respectivos hormigueros, a escasa distancia la una de la otra. La más adaptada de ellas es eventualmente destruida por obra del hombre. ¿Diremos que la evolución ha seguido el mecanismo que le impone la teoría, a saber, azar genético más determinismo ambiental? No, puesto que se ha dado otra clase de azar (azar humano) y ha entrado en juego una variable ajena a las condiciones regulares del ecosistema. Una variable, entonces, superflua para el mismo, en tanto que no se integra ni permanece en las ulteriores generaciones, e irrelevante para la evolución así planteada, ya que resulta prácticamente imposible en un animal como la hormiga el oponerse a las fuerzas obstinadas del hombre. Muchos otros fenómenos de estas características pueden hacer las veces del azar humano, con lo que el neodarwinismo, que en su rechazo de los fines deja de regular dichos supuestos, pasa por ser más una construcción metafísica que una teoría científica de aplicación universal.
Las preguntas son: ¿Puede ser mecánico un sistema autónomo? Y luego: ¿Puede ser azaroso un sistema conforme a fines? Por las definiciones dadas más arriba, debería responderse que no a ambas, concluyendo que es inteligente. Pero habida cuenta de que la naturaleza no es un organismo, la inteligencia no puede estar en ella en su conjunto como proceso activo, sino como resultado.
http://justicia.bitacoras.com
|