Ciencia 15

Helios se hundió en los reinos de Poseidón 2003-08-04 Es como una vieja leyenda astronómica. El pasado 26 de junio el avión, sin piloto y alimentado por células solares, de nombre Helios, se perdía en el Océano. Todavía no se saben las causas pero se especula con una turbulencia del aire. Entre Helios y su antecesor, de nombre Pathfinder, habían realizado cincuenta vuelos sin ningún incidente, pero esta vez algo fue mal y se sumergió en las aguas del Pacífico, en Hawaii. No hacía mucho tiempo Helios era noticia pues había batido el record de altitud de un avión no movido por cohetes, había volado a 32 kilómetros. El avión era de la NASA aunque lo había fabricado la empresa AeroVironment. El objetivo de la empresa es conseguir un avión no tripulado, movido por energía solar, que sea capaz de estar volando a esas alturas -muy por encima de los vuelos comerciales- durante seis meses. Claro que una cosa es quererlo y otra muy diferente hacerlo. Los problemas son bastante obvios: ¿cómo almacenar la energía para volar por la noche? Las fotocélulas producen energía, pero hay que almacenarla y las baterías tienen la fea tendencia a ser muy pesadas. Claro que en verano y en círculo polar puede servir perfectamente. ¡Lástima que no parezca haber muchas aplicaciones para aquellas zonas!, pero ¿quién sabe? Dentro de muy poco van a hacer una prueba con hidrógeno. En vez de baterías llevarían hidrógeno para funcionar por la noche. El hidrógeno se combinaría con el oxígeno en una célula de combustible que produce electricidad. Con esta prueba no piensan poder volar más de cuarenta horas. De cuarenta horas a seis meses hay mucho trecho. Lo más curioso es la misión que han asignado los fabricantes a este tipo de aviones: hacer de repetidores de telefonía de tercera generación y de otros sistemas de comunicaciones. A esa altura, el avión sería una excelente torre de telecomunicaciones. Se comportaría como un satélite geoestacionario -de esos que dan una vuelta a la tierra en veinticuatro horas- pero estando mucho más. ¡Qué digo mucho más bajo!: ¡Mucho, mucho, mucho más bajo! Y, por tanto, con una necesidad de potencia de emisión tanto del emisor como del receptor mucho menor. Los satélites geoestacionarios están sobre el Ecuador a una altura sobre el suelo de algo más de 36 000 km. El avión estaría a veinte km. Helios tenía una envergadura de 75 metros y estaba propulsado por catorce motores eléctricos. Sus alas estaban recubiertas de unas fotocélulas con un rendimiento próximo al 20%. Una de las cosas curiosas es que esas células eran tan caras porque su fabricación era muy lenta; además, parte del rendimiento se perdía porque los electrodos estaban delante de la fotocélula -en la cara que da al sol-. El fabricante ha encontrado un método para poner los electrodos detrás -con lo que la superficie útil aumenta- y un sistema de fabricación rápido -con lo que el precio disminuirá considerablemente. Los ingleses tienen otro proyecto similar -el avión Zephyr 3- con el que quieren llegar a los 40 km de altura. Helios chocó: Zephir 3: Skytower (helios con torre de comunicaciones): Enviado por flexarorion a las 02:45 | 2 Comentarios | Enlace

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1	De: Moebius Fecha: 2003-08-04 20:25
suena interesante lo de torre de comunicaciones, pero por el momento no parece muy fiable. Un día de estos alguna red wireless pone avionetas a volar alrededor de Madrid para aumentar la cobertura inalámbrica.

2	De: flexarorio Fecha: 2003-08-04 20:59
Esa era una vieja idea. Dos aviones para turnarse.